domingo, 11 de septiembre de 2011

Ver una ciudad morir

Diez años ya...

Recuerdo despertarme por una llamada de mi madre advirtiéndome que fuera pronto al aeropuerto (ese día volvía a España) porque había habido un accidente gordo: un avión se había chocado contra una de las torres gemelas.

A partir de ahí: Terror. Incomunicación. La televisión se vuelve niebla y sólo funciona un canal de noticias. La CNN creo que era. Javi y yo encerrados en esa casa sin movernos, sin ducharnos, sin apenas comer, sin apenas hablar... Durante 3 largos días.

Recuerdo subir a la azotea de casa para ver las torres quemarse en directo. Recuerdo esa imagen perfectamente. Pero no duraba mucho tiempo allí arriba. Era tan terrible lo que estaba viendo, que parecía menos sangriento si lo veía desde la tele. Así parecía solo una película...

Es curioso como uno crea su propio horror de la nada. Javi y yo estuvimos en estado de shock 3 días. Normal, pero no nos pasó nada. Estábamos vivos. Estábamos vivos y en shock. Pero vivos al fin y al cabo... Y al tercer día, resucité. Y lo primero que hice fue llamar a mi amigo George. Y volví a morir por dentro: George estuvo allí. George trabajaba en una torre cercana y tuvo que desalojar la zona pisando a los que se tiraron de las torres por el camino. George respiró ese polvo gris que envolvió la ciudad durante tanto tiempo... Me repetía: "me tropezaba con los muertos, Virginia. Me tropezaba con los muertos".

Entonces colgué el teléfono, me duché, me vestí, cogí mi cámara y me fui a ver a George. Era de noche, y salir después de 3 días encerrada fue... difícil. Y lo que vi... lo que vi después de 3 meses viviendo y estudiando en La ciudad por excelencia... Lo que vi fue la muerte de esa ciudad. Zombies paseando. Seres humanos vivos por fuera, muertos por dentro. Sin expresión. Solo se oía el silencio. Nueva York callaba y cantaba.

Mis amigos huyeron de allí. Chris, con el que fui a ver Rent 5 veces en esos 3 meses, se fue para siempre de NY. Y como él, todos. Todos se fueron. Solo se quedó George.

Afortunadamente, 2 días después conseguí salir de allí con muchas ganas, pero con mucha, mucha pena de abandonar la ciudad que me había acogido tan bien aquellos 3 meses, en ese estado.

Por primera vez saco a la luz esas imágenes que grabé por la ciudad 3 días después. Creo que es el momento perfecto para hacerlo.





1 comentario:

Orgullo Benfiquista dijo...

Impresionante, gracias por compartir esos momentos que vivisteis con nosotros.
Saludos